Por: Enrique Ojeda
. . .Que difícil le resulta a los personeros del gobierno y sus lacayos aduladores, aceptar el abrupto despertar de sus conciudadanos de a pie, alpalgatúos del pasado cercano, revoltosos obligados del presente. Sí, por más esfuerzo que hagan por intentar opacar la reciente y escandalosa MASACRE en las instalaciones del recinto carcelario El Rodeo, no podrán lograrlo y le será imposible en virtud a que cada día el pueblo ubicado a lo largo y ancho de la geografía de Venezuela, palpa sin sorpresa alguna la ineficacia del gobierno por garantizarle la vida y resguardarle sus bienes con las erradas estrategias implementadas sobre el particular. Ejemplo fresco fue destruir desde sus cimientos a la POLICIA METROPOLITA, burdamente penetrada por traficantes de sueños irrealizables, los cuales le enquistaron en sus desprevenidas neuronas moldeadas para servir a sus semejantes dentro de la mayor neutralidad posible. Estos hambrientos de poder pervirtieron a una Institución de Servicio Público con la imposición a dedos de un Gobernador que ni siquiera sabía para que había llegado a este complejo mundo. Me refiero al General Gruver Odreman, quién pasó sin penas ni gloria, pero dejó el espacio para que les siguieran otros igualmente irresponsables -ALFREDO PEÑA (Sabe alguien donde está) y JUAN BARRETO-, las desgracias en pasta para una Institución de reconocida trayectoria Internacional, vapuleada por la penetración impositiva de bandoleros de toda estirpe. Bastaría hurgar en nuestra memoria y verificar si localizamos en los tiempos de la IV República algún hecho punible que involucrara a funcionarios de la POLICIA METROPOLITANA en Secuestros, Robos a Bancos o cualquier horrendo delito que hoy en día dichos funcionarios cometen sin la menor piedad y sensibilidad por el prójimo. Recuerdo que tan solo tres policías metropolitanos, bajaban desde la calle sin ley hasta la parte baja de San Agustín a sesenta ciudadanos y nadie refutaba eso y por el contrario existía un Sentimiento de Seguridad real en los residentes de esos barrios y urbanizaciones de la actual e indefensa Caracas. El fracaso en la implementación de políticas y estrategias sobre La Seguridad Ciudadana es tal que hasta un bebé lo percibe. La Policía Bolivariana de Venezuela no son otra cosa que un hibrido mal logrado, vemos sus inseguros desplazamiento, amontonados y sin precaución alguna, cargados de morrales de variados coloridos y chateando ausente de su entorno indicador de que no aprecian sus vidas por ello nadie los respeta. Sin embargo nos hemos enterados que muchos de sus miembros han estado involucrados en delitos diversos nunca vistos en la IV República, época en la que los fariseos del presente recuerdan como la Sodoma y Gomorra de todo el que piensa diferente o no les tolera por su empecinado e insolente Terrorismo Mediático. Traje este fresco recuerdo a colación en virtud a que las reseñas en los diarios de muertes violentas acaecidas en Caracas todos los días y resto del país es realmente alarmante y digna de reflexionar, a esto sumamos los horrendos asesinatos cometidos por los internos de las cárceles ubicadas a lo largo y ancho del país (Yare I y II, La Pica y El Rodeo I y II), todo ello, prueba fehacientes de la ineficacia, irresponsabilidad e insensibilidad de quienes tienen la obligación Moral y profesional de velar por la vida de estos internos, familiares y comunidad en general. Resulta que ahora agregaron a los Militares retirados como otros de los responsables del ingreso de armas de fuegos al penal El Rodeo. . .¿Qué se han creído?, ¿Qué somos idiotas?. Pregunto ¿Dónde queda la responsabilidad de los GN de servicio en dichos retenes?, que se lucran a expensa de la muerte de un semejante, sin importarle si es recluso, visitante o compañero de armas que hoy exponen sus vidas por la irresponsable e inmoral comportamiento “compañeros corruptos”. Aquí nadie se chupa el dedo, sugiero y solicito, no solo la apertura de un procedimiento administrativo de todos los Guardias Nacionales a nivel nacional que a la fecha se encuentran destacados en estos recintos carcelarios, sino que sean EGRESADOS DE INMEDIATO y puesto a la orden de los tribunales que competa por la presunta comisión del delito de HOMICIDIO PREINTENCIONAL y a los custodios como presuntos HOMICIDAS EN GRADO DE COOPERACION. Eso es todo cuanto deben hacer y dejarse de andar por las ramas y andar buscando chivos expiatorios donde no existen para tapar una degradante ineficacia del tamaño del cielo.
No puedo terminar sin recordarle al psicópata, rastrero y palangrista MARIO SILVA, que no vivimos en un “país de comiquita”, ni somos unas “cuerdas de estupidos, idiotas”, ni andamos “incitando a la rebelión a otros penales del país, menos en una de desestabilización”, simplemente porque observamos el entorno sin deuda moral alguna como usted, su histerismo es tal que deja al descubierto que necesita cuanto antes una visita al psiquiatra, no sea que tengamos que ver penosamente cuando saquen al “Hombre de la Noche” (así, le agrada que le llamen), todo patuleco y con camisa de fuerza. ¡. . .Agarre mínimo compadre…!.
. . .Que difícil le resulta a los personeros del gobierno y sus lacayos aduladores, aceptar el abrupto despertar de sus conciudadanos de a pie, alpalgatúos del pasado cercano, revoltosos obligados del presente. Sí, por más esfuerzo que hagan por intentar opacar la reciente y escandalosa MASACRE en las instalaciones del recinto carcelario El Rodeo, no podrán lograrlo y le será imposible en virtud a que cada día el pueblo ubicado a lo largo y ancho de la geografía de Venezuela, palpa sin sorpresa alguna la ineficacia del gobierno por garantizarle la vida y resguardarle sus bienes con las erradas estrategias implementadas sobre el particular. Ejemplo fresco fue destruir desde sus cimientos a la POLICIA METROPOLITA, burdamente penetrada por traficantes de sueños irrealizables, los cuales le enquistaron en sus desprevenidas neuronas moldeadas para servir a sus semejantes dentro de la mayor neutralidad posible. Estos hambrientos de poder pervirtieron a una Institución de Servicio Público con la imposición a dedos de un Gobernador que ni siquiera sabía para que había llegado a este complejo mundo. Me refiero al General Gruver Odreman, quién pasó sin penas ni gloria, pero dejó el espacio para que les siguieran otros igualmente irresponsables -ALFREDO PEÑA (Sabe alguien donde está) y JUAN BARRETO-, las desgracias en pasta para una Institución de reconocida trayectoria Internacional, vapuleada por la penetración impositiva de bandoleros de toda estirpe. Bastaría hurgar en nuestra memoria y verificar si localizamos en los tiempos de la IV República algún hecho punible que involucrara a funcionarios de la POLICIA METROPOLITANA en Secuestros, Robos a Bancos o cualquier horrendo delito que hoy en día dichos funcionarios cometen sin la menor piedad y sensibilidad por el prójimo. Recuerdo que tan solo tres policías metropolitanos, bajaban desde la calle sin ley hasta la parte baja de San Agustín a sesenta ciudadanos y nadie refutaba eso y por el contrario existía un Sentimiento de Seguridad real en los residentes de esos barrios y urbanizaciones de la actual e indefensa Caracas. El fracaso en la implementación de políticas y estrategias sobre La Seguridad Ciudadana es tal que hasta un bebé lo percibe. La Policía Bolivariana de Venezuela no son otra cosa que un hibrido mal logrado, vemos sus inseguros desplazamiento, amontonados y sin precaución alguna, cargados de morrales de variados coloridos y chateando ausente de su entorno indicador de que no aprecian sus vidas por ello nadie los respeta. Sin embargo nos hemos enterados que muchos de sus miembros han estado involucrados en delitos diversos nunca vistos en la IV República, época en la que los fariseos del presente recuerdan como la Sodoma y Gomorra de todo el que piensa diferente o no les tolera por su empecinado e insolente Terrorismo Mediático. Traje este fresco recuerdo a colación en virtud a que las reseñas en los diarios de muertes violentas acaecidas en Caracas todos los días y resto del país es realmente alarmante y digna de reflexionar, a esto sumamos los horrendos asesinatos cometidos por los internos de las cárceles ubicadas a lo largo y ancho del país (Yare I y II, La Pica y El Rodeo I y II), todo ello, prueba fehacientes de la ineficacia, irresponsabilidad e insensibilidad de quienes tienen la obligación Moral y profesional de velar por la vida de estos internos, familiares y comunidad en general. Resulta que ahora agregaron a los Militares retirados como otros de los responsables del ingreso de armas de fuegos al penal El Rodeo. . .¿Qué se han creído?, ¿Qué somos idiotas?. Pregunto ¿Dónde queda la responsabilidad de los GN de servicio en dichos retenes?, que se lucran a expensa de la muerte de un semejante, sin importarle si es recluso, visitante o compañero de armas que hoy exponen sus vidas por la irresponsable e inmoral comportamiento “compañeros corruptos”. Aquí nadie se chupa el dedo, sugiero y solicito, no solo la apertura de un procedimiento administrativo de todos los Guardias Nacionales a nivel nacional que a la fecha se encuentran destacados en estos recintos carcelarios, sino que sean EGRESADOS DE INMEDIATO y puesto a la orden de los tribunales que competa por la presunta comisión del delito de HOMICIDIO PREINTENCIONAL y a los custodios como presuntos HOMICIDAS EN GRADO DE COOPERACION. Eso es todo cuanto deben hacer y dejarse de andar por las ramas y andar buscando chivos expiatorios donde no existen para tapar una degradante ineficacia del tamaño del cielo.
No puedo terminar sin recordarle al psicópata, rastrero y palangrista MARIO SILVA, que no vivimos en un “país de comiquita”, ni somos unas “cuerdas de estupidos, idiotas”, ni andamos “incitando a la rebelión a otros penales del país, menos en una de desestabilización”, simplemente porque observamos el entorno sin deuda moral alguna como usted, su histerismo es tal que deja al descubierto que necesita cuanto antes una visita al psiquiatra, no sea que tengamos que ver penosamente cuando saquen al “Hombre de la Noche” (así, le agrada que le llamen), todo patuleco y con camisa de fuerza. ¡. . .Agarre mínimo compadre…!.
