Por: Enrique Ojeda
Realmente preocupado frente a los peligrosos acontecimientos globalizantes que subliminalmente acogotan al hermano país de Honduras. Sin pretender inmiscuirme en sus asuntos internos, preocupa que la oligarquía apátrida, siguiendo su guión universal de desestabilización en defensa de mezquinos intereses particulares, proyecte al mundo una triste imagen de colonialismo ancestral. Da pena ajena, cuanto allí ocurre, esos oligarcas dueños de medios y de la conciencias de traidores. Desafían la voluntad del soberano sin medir las consecuencias. Desean poner muertos en las calles, desean deponer al ciudadano presidente de la República Manuel Zelaya, a través de un descarado golpe de estado soslayando la voluntad popular y que nación alguna se los tolerará. Una vez más, el cáncer de la burocracia enquistada en las instituciones gubernamentales deja esparcir con ánimo de soliviantar al pueblo que obviamente se alzará en su contra por descarados e irresponsables en el cumplimiento de sus obligaciones, reñidas hoy con las normas que rigen su conducta Ético Moral. No hay la menor duda que al Presidente de la República Manuel Zelaya, como máximo jefe de las Fuerzas Armadas, está en el derecho de suspender, abrir procedimiento administrativo y destituir a cualquier miembro de la fuerza Armada, que por alguna circunstancia se negare a cumplir una instrucción u orden de carácter institucional en virtud al cargo delegado por el soberano, salvo que dicha instrucción u orden atente contra los derechos ciudadanos, por lo tanto ninguna otra institución podrá revocar esa orden o instrucción dada, alegando …”que se violaron garantías constitucionales”, coaccionando al presidente para que de marcha atrás al acto administrativo frente a un claro acto de insubordinación. Preocupa que estos supuestos “administradores de justicia” den ultimátum al presidente al amenazarle públicamente “Si (el presidente) no cumple el fallo judicial, entonces incurrirá en responsabilidad penal y deberá someterse a la ley”. ¡Que barbaridad!, Bueno, si las cosas están así, y estos apátridas irresponsables apátridas la colocan de esa vergonzosa manera, trancando el juego…entonces que el soberano tome las calles y franqueen las puertas de esa tal Corte Suprema de “Justicia”, por desestabilizadora y enfrentar a sus hermanos a una feroz lucha con finales inimaginables. Si en un supuesto negado en Honduras, se presentase un golpe de estado, lastimosamente estaríamos frente a una Fuerza Armada, realmente inmadura de corte servil y degradada hasta sus tuétanos. Viva el pueblo visionario de Honduras ejemplo de dignidad en tiempos de acoso desestabilizadores.
